Precio del butano: evolución

La nueva revisión del precio de la bombona de butano deja el precio de la bombona en 15,14 €, Es la primera subida tras 6 bajadas consecutivas, y coincide como es habitual con la llegada del frío. El alza del precio de la materia prima es la principal responsable de la subida en la revisión del mes de noviembre.

En 2015 se adoptó el nuevo sistema de fijación de precios de la bombona de butano. Desde entonces, ese precio ha sufrido variaciones muy notables en poco tiempo… si bien había una tendencia, un ciclo de precios anual, en el que los precios del butano tendían a subir en invierno y bajar durante el verano. 2021 rompió todos los esquemas, pues las sucesivas revisiones se tradujeron en subidas consecutivas, y en mayo de 2022 se llegó a un precio de récord en la bombona, alcanzando los 19,55 €.

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Desde ahí empezó a bajar, y ahora, en la revisión de ese mes de noviembre, coincidiendo con la llegada del frío, una nueva subida rompe la racha: la bombona de butano cuesta a partir de ahora 15,14 €… y aún debería ser más barata.

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La bombona de butano, por encima de 15 €

La nueva revisión del precio de la bombona se salda con una nueva subida, que deja en 15,14 €.

Primera subida tras un 6 descensos consecutivos

Hace un año comenzó una serie de bajadas de precio de la bombona de butano que hicieron que pasara del casi 20 €, un máximo histórico, a 14,43 €, un precio que, pese a la bajada, no era de los más baratos. El  superávit de tarifa era muy alto, y en realidad el precio de la bombona podría haber sido aún menor, pero las restricciones a las revisiones bimestrales impedían bajadas más fuertes. Ahora, en esta nueva revisión, se interrumpe la racha.

Llega el frío, sube el butano

Desde el 21 de noviembre, la bombona de butano ha subido su precio hasta los 15,14 €, lo que significa una subida de 71 céntimos respecto a septiembre 2023, marcando un valor muy similar al que tuvo entre mayo y julio de 2023.

Este aumento de precio en el mes de noviembre no es una sorpresa, dada la evolución del precio del petróleo y el previsible aumento de la demanda que tras el invierno. Y es que, aunque el habitual ciclo anual de precios del butano hace tiempo que se rompió, lo habitual es que en otoño subía la cotización del butano como consecuencia del mayor consumo por los fríos del invierno. Y una vez más, como viene siendo costumbre en las revisiones bimestrales, se apura hasta el máximo el límite del 5% de variación de precio permitida.

¿Qué está detrás de esta subida?

Según se desprende de la disposición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico:

  • El factor que más ha influido en esta subida es precisamente al fuerte incremento de la cotización de la materia prima, que subió un 8,3%, lo que sumado al 35,7% del bimestre anterior nos muestra un aumento en 4 meses de casi un 50%.
  • El coste de los fletes ha crecido un 26,6%.
  • Por su parte, el euro se ha depreciado algo respecto al dólar (-3,3%).

La confluencia de estos factores han hecho que el superávit de tarifa acumulado (1,05 € por bombona) ha sido insuficiente. Y no slo se ha perdido ahora, sino que se ha generado un pequeño déficit de tarifa (14 céntimos por bombona) que afectará a revisiones posteriores.

Un invierno menos caro que el pasado

Con todo, pese a esta subida, la situación en términos interanuales es mejor que en noviembre de 2022, cuando la bombona estaba 18,58 € y ahora hay que pagar menos que entonces.

¿Y qué pasará en enero? No podemos hacer conjeturas de qué pasará en la próxima revisión: por un lado, el ciclo anual de precios del butano suele motivar precios elevados en los meses de invierno, lo que da argumentos a quienes auguran una nueva subida. Sin embarho, el precio de la materia prima ha bajado considerablemente en los últimos días. Es verdad que el déficit de tarifa sería un obstáculo… pero es realmenye un déficit muy reducido. Casi cualquier cosa puede pasar: lo único seguro es que el consumo en estos 2 meses va a ir aumentando a medida que se intensifique el frío, de modo que el impacto de la revisión seguramente será mayor para los bolsillos de los consumidores, sea en el sentido que sea.

En resumen, la revisión de noviembre nos deja un sabor agridulce: comprar la bombona supondrá un mayor gasto, lo que dificultará las cuentas de los hogares consumidores de butano, que tienden a ser de menores recursos o de zonas en las que escasean las alternativas, pero queda apenas el consuelo de que el año pasado se pagaba casi un 20% más por lo mismo.

Estos cambios afectan a los usuarios de la bombona tradicional de butano, la que tiene 12,5 kg. de carga y que en vacío pesa más de 9 kg., que son la mayoría de las usadas en nuestro país. Las otras tienen el precio liberalizado desde hace años, por lo que pueden costar más que este precio regulado.

Cabe indicar que las tradicionales todavía representan la mayor parte del mercado, pues 53 de los 68 millones de bombonas de butano que se consumen en España encajan en esta definición de bombona tradicional.

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