La tercera ola de calor del verano ha dejado temperaturas sofocantes, incluso batiendo varios récord tanto de máximas como de mínimas, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El martes en 140 ciudades se superó los 40 grados centígrados, y en 45 la mínima no bajó de 25 grados. Por ello se ha activado el aviso rojo en varias zonas de España, y naranja en otras.
Tres olas de calor, tres semanas en las que las empresas han debido poner en práctica la nueva normativa laboral sobre prevención de riesgos laborales en episodios de elevadas temperaturas. Aunque así lo anunció la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no está prohibido trabajar al aire libre durante episodios climáticos extremos, pero sí es obligatorio adaptar las condiciones de trabajo cuando la Aemet emita este tipo de avisos.
«En el supuesto en el que se emita por la Agencia Estatal de Meteorología o, en su caso, el órgano autonómico correspondiente en el caso de las comunidades autónomas que cuenten con dicho servicio, un aviso de fenómenos meteorológicos adversos de nivel naranja o rojo, y las medidas preventivas anteriores no garanticen la protección de las personas trabajadoras, resultará obligatoria la adaptación de las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada prevista», reza en el BOE el cambio en el Real Decreto 486/1997, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
Además, cuando la actividad tenga lugar al aire libre, la ley especifica que deben tomarse medidas para proteger a los trabajadores ante riesgos relacionados con fenómenos meteorológicos adversos, y que hay que tener en cuenta las tareas que se desempeñan y las características de los trabajadores y su estado biológico. En esa línea, establece que una de las medidas a tomar es la prohibición de desarrollar ciertas tareas durante las horas del día en las que tengan lugar esos fenómenos adversos, si no puede protegerse de otra manera a los empleados.
Y en este episodio de calor, el Ministerio de Trabajo asegura que está vigilando de cerca que se cumple esta nueva norma -realmente refuerza una anterior, concretando cuándo habrá que tomar sí o sí estas medidas y ligándolas a los avisos más extremos de la Aemet-. No aporta datos, sin embargo, puesto que se trata de una campaña en activo de la Inspección de Trabajo sobre la que recopilará datos y elaborará un informe cuando pasen unos meses, posiblemente al terminar el verano.
Pero sí avisa de que esta norma está vigente y recuerda que las multas, que se establecen en la ley LISOS, son cuantiosas dependiendo del grado de incumplimiento de la empresa. Porque aunque el BOE publicado en mayo con la, entre comillas, «prohibición de trabajar durante olas de calor» no concreta sanciones, sí que redirige a la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), que comprende sanciones de hasta un millón de euros en su grado máximo.
CSIF denuncia que la norma no se está cumpliendo
Del lado de los sindicatos, hay variedad de opiniones. CSIF asegura que la norma relativa al calor y los avisos de la Aemet no se está cumpliendo en Correos Express, tampoco en algunos hospitales y comisarías de policía, aunque realmente la norma aplica a profesiones que se desarrollan al aire libre y no está específicamente pensada para las que tienen lugar en interiores. Por eso, ha pedido al Gobierno que incremente las inspecciones laborales en los centros de trabajo «para evitar incidentes contra la salud de los trabajadores» sobre todo en los sectores «que realizan sus actividades al aire libre». Pero el sindicato no concreta en qué circunstancias se están produciendo estos incumplimientos.
El año pasado, varios trabajadores fallecieron por golpes de calor y este año ha sucedido lo mismo con dos agricultores, uno en Sevilla y otro en Ciudad Real. La estadística de accidentes laborales, que publica Trabajo, no considera los golpes de calor como una causa de muerte, pero a raíz de estas muertes los sindicatos vienen pidiendo más prevención y que las empresas no hagan lo mínimo para proteger a los trabajadores.
Por su parte, CCOO deduce que probablemente se esté incumpliendo la norma, pero por culpa de la falta de personal en la Inspección de Trabajo -Mariano Sanz, su secretario de Salud laboral, recuerda que en España hay un inspector por cada 1.500 empresas-. Por otro lado, Sanz comenta que hay un buen puñado de sectores donde sí se han modificado protocolos de forma «razonable», lo que no quita que todos podamos encontrar a trabajadores de la construcción soldando en la calle a 40 grados.
«Pero sí es un avance que se tengan que tomar medidas con unas indicaciones», asegura. Para conocer si hay sectores en los que la ley se está incumpliendo de forma flagrante, aduce que habrá que esperar.
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